Existe una comunicación de ida y vuelta entre el hombre y la naturaleza, que afecta tanto a su armonía y crecimiento internos como a su bienestar físico.
Comprender quienes somos, que hacemos y sentimos en nuestras vidas, vivir y actuar de acuerdo con lo que sentimos dentro de nosotros mismos nos ayuda a alcanzar un estado de armonía y de salud.
«Cuando la mente está confundida se produce la multiplicidad de las cosas, cuando la mente está tranquila desaparece la multiplicidad de las cosas » (cita budista)
La Medicina Tradicional China enlaza al hombre/mujer con la naturaleza y considera al cuerpo humano como un microcosmos que debe vibrar en armonía con el macrocosmos en donde vivimos. Un desequilibrio energético o una falta de armonia deriva en una enfermedad.
Cuando el cuerpo está armónico con el interior y el exterior es cuando estamos vibrando en la frecuencia llamada salud
La medicina china está vinculada a la filosofía, principalmente al taoísmo. El Tao es una energía universal, una energía vital que lo invade absolutamente todo y da forma a todo lo existente permitiendo así la existencia del mundo material. El Tao tiene dos manifestaciones, Yin y Yang. Estas dos manifestaciones existen porque se trata de una energía dinámica, que se mueve y se transforma.
«El fundamento de la vida, del nacimiento y del cambio es Qi (la energía). Todas las miradas de cosas del cielo y de la tierra obedecen a esta Ley. Qi rodea el cielo y la tierra, al exterior. Qi las estimula en su interior. La fuente de donde el sol, la luna y las estrellas toman su luz, el trueno, la lluvia, el viento y la nube su existencia, las cuatro estaciones y las miríadas de cosas su origen, su crecimiento, su cosecha y su troj. Todo esto aporta Qi. La vida del hombre depende completamente de este Qi» (Nei Ching)
El hombre responde al Cielo y a la Tierra. “Entre el cielo y la tierra hay seres entre los cuales el Hombre es el más noble, el más precioso. Gracias a las energías del cielo y de la tierra y gracias a la de los alimentos y bebidas, vive siguiendo la regla de las cuatro estaciones- nacimiento, crecimiento, conservación y declinar- para engendrar y morir».
La teoría de los cinco elementos representa uno de los fundamentos esenciales de la medicina china.
De acuerdo con la leyenda china, los cinco elementos llegaron desde las diferentes direcciones de la brújula acompañados de los factores climáticos y continuaron hasta crear el mundo y el cuerpo humano. Cada uno de estos elementos está relacionado con una estación, un color, una emoción, un órgano, una víscera, un planeta, un sentido, entre otras muchas relaciones.
El Shen Siang Shin Jing Qi, un tratado de Quiromancia tradicional china, hace alusión a los cinco tipos planetarios de manos. Cada uno de estos planetas es el que se corresponde a cada elemento.
Cinco tipos de manos son pues las cinco morfologías de los cinco elementos: mano madera, mano fuego, mano tierra, mano metal y mano agua. El carácter general de la mano si es larga, corta o proporcionada, su color y contacto, las uñas y la observación de los los signos particulares de cada elemento, nos ayudará a determinar cuál es su constitución básica, el elemento predominante en ella, pero también podemos encontrarnos con la existencia de una o varias constituciones secundarias.
El diagnóstico morfotipologico de la mano (DMM) facilita el conocimiento, por simple observación, de la constitución básica del sujeto, su elemento predominante, con ello su sensibilidad física (vulnerabilidades somáticas) y realizar también un análisis psicológico bastante preciso.